martes, 13 de diciembre de 2011

LA MEDIACIÓN PEDAGÓGICA

La mediación pedagógica: una tarea impostergable en los docentes de Educación Básica

El mediador pedagógico principalmente debe ser el docente pues es la esencia de su servicio a la educación, el propósito de guiar a sus estudiantes para que desarrollen y fortalezcan competencias para desenvolverse en la vida cotidiana buscando soluciones a las problemáticas que enfrente.
De acuerdo con lo propuesto por el doctor Ramón Ferreiro Gravié en su texto “Una exigencia clave para la escuela del siglo XXI: La mediación pedagógica”  ésta se pone de manifiesto ante una tarea que el niño no puede solucionar por sí solo, pero que es capaz de hacerla si recibe ayuda de un adulto, papás, maestros o bien de un compañero más capaz. Y es precisamente a este tipo de relación, mejor aún, interacción social adulto – niño.
Todo ello sustentado en lineamientos establecidos en diferentes acuerdos educativos, donde se describe la esencia de un docente, que a continuación se hace mención a grandes rasgos.
En el Acuerdo 348 de Educación Preescolar invita al docente a desarrollar las capacidades, habilidades y conocimientos básicos que ya trae el niño para llevarlo a lo más complicado, es decir guiarlo de lo más fácil a lo complejo. Planteamiento establecido también en los acuerdos 384 y 494 de Educación Secundaria y Primaria.
Además también se enfatiza el trabajo en colaboración grupal y la participación colectiva integradora de todos los actores de la comunidad interesados en la escuela y su función.
Se establece en los mismos acuerdos el uso de una planeación flexible, con ello atendiendo a la diversidad de alumnos que conforman el grupo y buscando las mejores estrategias, materiales y metodologías educativas adecuadas a los propósitos establecidos en los planes de educación básica.
Así como el aprovechamiento al máximo y organización del tiempo escolar, aunque es difícil por todos los programas y actividades que se pretenden implementar, que en ocasiones se desvían a más trámites que buen empleo, falta una coordinación mayor en las actividades que se ponen en marcha, una sistematización de los programas, pero es competencia del docente hacerlo cumplir en la medida de lo posible.
El maestro debe ser un líder poniendo en función todas sus competencias y fortaleciendo nuevas que permitan dar cumplimiento al papel del docente del siglo XXI.

“La educación se vincula con nuevas formas de enseñanza, no solo con los libros sino en espacios virtuales y surrealistas”
Ésta idea me transporta a mi espacio de práctica docente pues es algo que trato siempre de satisfacer. Tradicionalmente el trabajo acompañado con libros era la mejor estrategia de obtener buenos resultados pues de ellos se adquieren conocimientos teóricos pero ahora sabemos que eso no es suficiente, pues hay nuevas fuentes de información (como es el caso de espacios virtuales u otras herramientas tecnológicas) a nuestro alrededor que amplían el campo de estudio y favorecen la confrontación de ideas, para generar un análisis más crítico de lo obtenido.
Ahora se requiere que además de tener conocimientos teóricos también seamos capaces de llevar a la praxis, situación que implica la posesión de competencias para aplicar en la vida, trabajando en equipo.
Desde que comencé a tener un mayor contacto con los alumnos de primaria (en mi último año de estudio en la normal) intenté vincular el espacio de aula de medios con los contenidos curriculares y las características e intereses de los estudiantes,  planteando actividades que fueran visualizadas como útiles e interesantes en su contexto, por dar algunos ejemplos: la producción de textos para la edición del periodiquito escolar, la elaboración de reportajes de un torneo deportivo en la institución.
También con el propósito de mantener a los alumnos a la vanguardia en las nuevas tecnologías y no permitir que se vean desfasados a la realidad.
Con la proyección del video de la reflexión “la vaca” nos invita a no solo acercar a nuestros estudiantes a las tecnologías educativas y conocimientos teóricos  sino aplicarlas, darle un sentido posado en el contexto en el que se desarrolla el alumno. Es pertinente y necesario que el estudiante compruebe lo que intenta aprender, pues solamente al vivenciar la situación lo aprenderá significativamente.
No es muy común hacer una autoevaluación de nuestra práctica docente, pues en lo personal me pierdo buscando lo mejor para que mi desempeño sea de calidad y el aprendizaje de los alumnos, pero son pocas las veces en las que realizo una revisión de lo que estoy haciendo bien y lo que no está funcionando. Como lo menciona el video referente al maestro mediador  hacer esto es parte del papel de un buen guía situación que falta integrar a la cotidianeidad de los docentes en su totalidad.
Y como la anterior son muchas las características de competencia que se enuncia debe contener un mediador, entre ellas el fomento del trabajo en equipo, en el que se obliga a poner en práctica el uso de competencias como la de vida en sociedad.
Las actividades que desarrollan los estudiantes en su mayoría son propuestas para desempeñarse en conjunto, esto lo practico diariamente en mis clases tratando de fomentar el desarrollo de valores en los alumnos además con la intención de formar espacios ricos de aprendizaje.
Busco integrar (de acuerdo a los lineamientos de los consejos de participación social a su vez a los padres de familia), organizando círculos o actividades referentes a la lectura como reforzamiento a la comprensión lectora de la comunidad escolar, pues es una de las mayores debilidades que he detectado en el grupo y en el centro escolar en el que me desempeño.
Algunas ocasiones también planeo pláticas con temas sugeridos en el programa de Escuela para padres, esto solamente lo realizo cada bimestre pues es difícil que acudan las madres en lapsos más cortos de tiempo por los roles que juegan en su familia.
Si bien es cierto que el aprendizaje directo tiene su valor, también es cierto que el aprendizaje mediado es condición y fuente del buen aprendizaje directo, dado entre otras cosas por su contribución a que el sujeto le encuentre sentido y significado al objeto de conocimiento.
Nadie aprende “por cabeza
ajena” y todos lo hacemos cuando nos guían de lo que ya sabemos a lo que debemos saber,
hacer y/o ser.
Por las líneas anteriores expresadas por el Doctor Ramón Ferreiro Gravié podemos argumentar el trabajo del docente actual, el de funcionar como guía acercando a los alumnos a experiencias nutritivas que formulen nuevos conocimientos valiéndose no solo de textos impresos pues de esta manera no se logra el propósito, sino utilizando todos los materiales tecnológicos y no tecnológicos que haya al alcance.

Visto desde éste enfoque se indica el sustento o el por qué de las características de trabajo con la Reforma Integral de la Educación Básica, el trabajo por proyectos que requiere la integración de competencias y para que resulte más enriquecedor, la labor en colectivo formando comunidades de aprendizaje, guiadas por mediadores.
En estas breves líneas se dio un repaso a la importancia que juega nuestro papel docente en el desarrollo de los estudiantes, así como en el alcance de una educación de calidad perseguida por todos los proyectos y reformas educativas que han pasado por la historia de nuestro país.
A pesar de los continuos y rápidos cambios que rebasan nuestro ritmo habrá que mantener siempre la conciencia y el compromiso de  continuar preparándonos para no resultar obsoletos en nuestra labor más importante, la de guiar a la formación de nuevas y mejores generaciones actualizadas.

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